Los estereotipos sociales y las percepciones sobre la capacidad o la realidad del mercado laboral mantienen la brecha de género en las carreras tecnológicas. La infrarrepresentación de las mujeres en estos estudios supone un reto para todas las universidades españolas y europeas, y constituye una grave amenaza para la igualdad, dado que están relacionados con las profesiones más demandadas actualmente y en los próximos años, y que además cuentan con los salarios más elevados.
La UVigo no se libra de esta brecha de género. En las carreras tecnológicas de la UVigo las 1.031 estudiantes inscritas en los tres campus durante el periodo 2021/22 suponen solo el 23,5% de la matrícula total en este ámbito.
Los datos evidencian lo difícil que es paliar la brecha de género en las carreras tecnológicas. A pesar de que en la UVigo la matrícula de mujeres en todos los grados impartidos es ligeramente superior a la de los hombres, la presencia de éstos solo es superior en las ingenierías, donde solo son mujeres dos de cada diez estudiantes.
Solo tres carreras tecnológicas cuentan con mayoría de estudiantes femeninas y curiosamente dos de ellas son dobles grados estrenados el curso pasado que tienen una mayor duración y exigen más esfuerzo, lo que indica que el esfuerzo o la dificultad no es el principal problema.
Entre los grados tecnológicos con menos alumnas se encuentran el de Ingeniería Informática en Ingeniería Mecánica, con un 13,8% y 13,04% de mujeres matriculadas, respectivamente. Los números tampoco son buenos en Ingeniería Electrónica Industrial y Automática y en Ingeniería Eléctrica (15,4% y 16,2%, respectivamente). En el grado en Ingeniería de Tecnologías de Telecomunicación, la representación de alumnas matriculadas también es bajo, un 18,6% (un total de 114 alumnas frente a los 498 alumnos matriculados). Sin embargo, si se toman los datos de los másteres cabe destacar que en muchas ocasiones aumenta la presencia de mujeres. Por ejemplo, en el Máster en Ingeniería de Telecomunicación en el curso 2020/21 había 44 hombres y 20 mujeres, es decir la tasa de mujeres en esta titulación fue del 31,25%.
Y a igual que en el resto de universidades españolas, los sesgos de género no solo afectan a las carreras tecnológicas. Estos también se producen en las carreras relacionadas con la salud y la educación, elegidas mayoritariamente por mujeres.