La lista Forbes 30 under 30 selecciona cada año a la mejor promoción de emprendedores y líderes de toda Europa menores de 30 años. La edición de este año incluye a la exalumna de la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación (EET) de la Universidade de Vigo Carmen Misa. Es la única mujer española que lo hace desde la categoría de ciencia y cuidado de la salud. Desde 2021 Carmen trabaja en el Centro de Computación del CERN en Ginebra. Lo que desarrolla y la convierte en una “líder con impacto global”, según Forbes, es el Protocolo de Internet en la red informática del acelerador de partículas más grande del mundo, el Gran Colisionador de Hadrones.
“Me pilló totalmente de sorpresa. Al principio, mi familia y mis amigos no sabían ni cómo reaccionar pero están muy contentos y orgullosos. También aquí en el CERN me han felicitado porque no es nada fácil entrar”, celebra Carmen, que recibió esta buena noticia como un regalo anticipado por su 27 cumpleaños, que fue el pasado martes, día Internacional de las Matemáticas.
Forbes organiza entre el 23 y 27 de abril el Summit 30 under 30 al que asistirán todos los seleccionados en las listas de Asia, África, EEUU y Europa. “Es una buena oportunidad para conocer gente y hacer networking. Hay muchos CEO que han creado empresas a partir de sus propios proyectos y también deportistas. ES todo muy secreto y no sabemos el programa, pero nos han dicho que hay eventos especiales para nosotros. Y creo que en años anteriores estuvo Kanye West”, comenta.
El Centro de Computación es el departamento más antiguo del CERN y fue allí donde nació la Web. Carmen forma parte del grupo de investigadores que buscan las mejores soluciones tecnológicas para garantizar que el inmenso volumen de datos generado en los experimentos llega a su destino.
“En lugar de gestionar el tráfico de la manera en que se hace normalmente, es decir, teniendo en cuenta el destino y la fuente, estamos viendo cómo hacer el enrutamiento de paquetes con redes definidas por software para que lleguen, de forma automática, a los centros de investigación a los que tienen que ir. La cantidad de datos que generan experimentos como Atlas y CMS ya es muy grande e irá a más porque dentro de poco arrancará otro, el HiLumi (Alta Luminosidad), y hay que estar preparados. Cada vez te piden más datos y más velocidad”, explica.
Carmen está muy contenta en el CERN, pero intenta seguir vinculada con su pasión, el espacio. Durante la pandemia hizo un máster en Astrofísica y se encuentra haciendo un doctorado de la Universidad de Luxemburgo centrado en edge computing y decisión e anomalías térmicas en la carga útil de los satélites. Participó en varias misiones espaciales de la UVigo y mantiene contacto con el profesor de la EET Fernando Aguado y sus excompañeros de Alén Space. También sigue de cerca los avances de la asociación estudiantil SpaceLab y su misión BIXO. “Es increíble cómo ha explotado todo este campo en pocos años. Y lo que están consiguiendo estos alumnos ahora es admirable. Dedicarse a su carrera y a un proyecto así exige dormir muy poco y no tener vacaciones pero están adquiriendo una experiencia que no tendrían en case”, subraya.
Fuente Faro de Vigo.