Admitió sentirse “afortunado” por disfrutar de las tres vertientes de la vida académica, especialmente la docencia.
““Por ser ejemplo de altura de miras y excelencia”, “por haber tomado decisiones que marcaron nuestras vidas”, “porque a él se debe gran parte del prestigio que ha alcanzado esta institución”, “por ser una parte esencial del mapa de la UVigo…”. Por todo ello, la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación y el conjunto de la Universidad de Vigo rindieron homenaje este lunes al catedrático y exrector Domingo Docampo Amoedo (Redondela, 1954), quien, tras una intensa trayectoria profesional “en la que tuve la oportunidad de disfrutar de las tres vertientes de la vida académica: la investigación, la gestión y, sobre todo, la docencia”, tal y como él mismo subrayó, inicia ahora una nueva etapa: su jubilación.
El acto, presidido por el rector Manuel Reigosa, reunió a un numeroso público en el salón de actos de la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación. Hasta allí se desplazaron numerosos compañeros docentes, estudiantes y personal técnico, administrativo y de servicios de distintos centros de la UVigo, personas que quisieron acompañar en este día a quien fue director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación (1988-1990), director del Departamento de Tecnologías de las Comunicaciones (1991-1993 y 1996-1998) y rector de la Universidad de Vigo (1998-2006).
En su intervención, Docampo recordó emocionado sus inicios como docente en una incipiente Escuela de Ingeniería de Telecomunicación, evocando con cariño a quien fuera el primer director de este centro, Aníbal Figueiras, doctor Honoris Causa por la UVigo, fallecido hace tres años: “fue mi maestro y amigo, y de él aprendí mucho en mi carrera académica”. Admitió sentirse “agradecido por todo lo que hoy se ha dicho aquí” y “muy afortunado” de haber vivido lo que vivió, especialmente en lo que se refiere a la docencia, una actividad con la que “traté de transmitir la pasión por saber, por conocer y, por encima de todo, por entender”.
“La Escuela siempre será tu casa”
Abrió el acto el rector, Manuel Reigosa, quien no dudó en afirmar que “la trayectoria de Domingo marcó indudablemente a esta institución, la marcó para bien y nos ayudó a entrar en la modernidad”, añadiendo que “fue un gigante capaz de poner en órbita a la Universidad de Vigo”, “una persona que siempre tuvo carisma, visión y capacidad de liderazgo”.
A continuación, la actual directora de la Escuela, Rebeca P. Díaz, fue la encargada de repasar brevemente la trayectoria de Domingo como docente y gestor, aportando también su visión como exalumna. “Es un docente que formó a muchas generaciones de estudiantes del centro, con una gran facilidad de palabra para explicar en el aula”, subrayó Díaz, quien añadió que “para todos los que formamos parte de la Escuela fue un orgullo que fuera elegido dos veces por la comunidad universitaria como nuestro rector”. Además de felicitarle por su jubilación en nombre de toda la EET, le recordó que, aunque comienza una nueva etapa, “la Escuela siempre será tu casa y el lugar al que podrás volver a visitarnos siempre que quieras”.
“Él sembró y regó las semillas de la Escuela de Telecomunicación”
En nombre del alumnado de la primera promoción de estudiantes de la Escuela intervino el catedrático de la Universidad de Vigo Fernando Pérez González, primer doctorando del profesor Docampo. “Para los alumnos de aquella primera promoción, que comenzó justo hace 40 años, Domingo no era un profesor como los que habíamos tenido en el instituto: enormemente motivador, capaz de salirse del guion cuando hacía falta y de retar intelectualmente al alumnado”. Recordó también cómo insistía con determinación a quienes decidían realizar la tesis doctoral y apostar por la vida académica para que realizaran estancias largas en el extranjero y ampliaran su formación. “Tuve la suerte de marcharme a la University of New Mexico a trabajar en una línea de investigación que él había iniciado junto al profesor Chaouki Abdallah, presente también hoy en este acto, y ambos fueron mis directores de tesis”. Como principales valores de Docampo, no lo dudó: “altura de miras y búsqueda de la excelencia”. En esta línea, afirmó que “él sembró y regó las semillas de la Escuela de Telecomunicación y a él le debemos gran parte del prestigio que ha alcanzado este centro”.
Vídeo-homenaje del alumnado de la primera promoción
Los testimonios de los egresados de la Escuela llegaron también a través de un vídeo-homenaje de los estudiantes de aquella primera promoción, hoy compañeros de profesión. En estos mensajes destacó, sobre todo, la palabra “gracias”, por todo su legado y su experiencia, junto con los mejores deseos para su jubilación. Pusieron voz a esta particular homenaje, impulsada por la delegación de alumnado de la Escuela, los actuales catedráticos de la Universidad de Vigo José Luis Alba Castro y Artemio Mojón, así como Jesús Cid Sueiro, catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid, y Miguel Armesto Herbella, director general de la constructora San José.
“En 1991 decidiste traer profesores de Nuevo México para impartir aquí cursos de doctorado, una decisión que fue mucho más allá de una mera oportunidad académica y que marcó mi vida”, destacó Alba Castro; mientras que Armesto Herbella mostró su orgullo por haber tenido el privilegio de asistir como estudiante al nacimiento de la Escuela de Telecomunicación y ser testigo “del entusiasmo y determinación con que aquel joven profesor al que mirábamos con admiración asumía este proyecto”. Por su parte, Artemio Mojón puso en valor el liderazgo de Docampo “en unos años ciertamente intensos”.
“No se limitó a administrar una universidad, construyó una visión y un futuro para ella”
De recordar su etapa como rector se encargó el catedrático Óscar Rubiños, profesor de la Escuela y vicerrector en su equipo de gobierno. En su intervención recuperó distintos testimonios sobre cómo la comunidad universitaria percibía aquella época y los principios que guiaban el trabajo de aquel equipo.
“Quiero transmitir algunas de las ideas que me hicieron llegar estos días: Domingo fue el arquitecto que moldeó la estructura física e intelectual de la Universidad de Vigo, un rector que no se limitó a administrar una universidad, sino que construyó una visión y un futuro para ella; con él al timón, la sensación era que el barco mantenía su rumbo y avanzaba a toda vela”. En esta línea, Rubiños le agradeció haberle permitido formar parte de aquella aventura universitaria: “Todos compartíamos una idea de universidad, un proyecto del que la sociedad del sur de Galicia y de Galicia en general pudiera sentirse orgullosa”, explicó.
Además, el acto contó también con las intervenciones del profesor Antonio Artés, catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid y miembro fundador del grupo de investigación del profesor Docampo, y Chaouki Abdallah, rector de la Lebanese American University (LAU) y colaborador de investigación del profesor Docampo durante sus estancias en la University of New Mexico. Ambos compartieron múltiples anécdotas y resaltaron su pasión por la docencia y la investigación, “siempre aportando nuevas ideas y puntos de vista”.
Fuente: Duvi, Faro de Vigo, Atlántico Diario













